EditorialF-AIR Tradición e Identidad en los Cielos Patrios

La F-AIR tiene su origen en 2000, cuando nuestra Fuerza realizó un espectáculo aéreo en el Aeropuerto José María Córdova. Dos años más tarde, se consolidó oficialmente como feria, incorporando muestras comerciales, países invitados y exposiciones de aeronaves, con el respaldo de la Aeronáutica Civil y el compromiso de la comunidad del oriente antioqueño. En total, se han llevado a cabo 12 ediciones, incluyendo una versión virtual con ocasión de la pandemia de COVID-19.

Desde sus inicios y hasta 2023, la F-AIR había recibido más de 442.000 asistentes, además de expositores, delegaciones y espectáculos aéreos provenientes de Europa, Asia, América y el Caribe.

La edición 2025, con Suecia como país invitado de honor, estuvo a la altura de este legado. Durante cinco días, cerca de 59.000 visitantes disfrutaron de las demostraciones del Viper Demo Team F-16 de la Guardia Nacional de Carolina del Sur, el equipo de paracaidismo Wings of Blue de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y las aeronaves Gripen y KC-390 de la Fuerza Aérea Brasileña. Asimismo, fueron testigos de la excelencia de nuestras tripulaciones y capacidades, con los equipos acrobáticos Arpía 51 -único en su tipo en el mundo, conformado por helicópteros Black Hawk, Texan T-6 y Dardos Kfir, además del profesionalismo de los Comandos de Fuerzas Especiales y el grupo de paracaidismo militar Águila de Gules.

La innovación se consolidó una vez más como pilar de este encuentro, destacando en paralelo las capacidades presentes, un capítulo académico donde la Fuerza tuvo un papel protagónico. En este escenario, se presentaron nuestros aportes a la meta de carbono-neutralidad del país en materia de biocombustible aeronáutico, proyecto adelantado desde 2017 por la Escuela de Suboficiales, CAMAN, EPFAC, Autoridad Aeronáutica de Aviación de Estado y los centros de investigación institucionales, en alianza con actores públicos y privados  como BIOD, ECOPETROL, TERPEL, la Universidad ECCI, el Ministerio de Minas y Energía, y el Ministerio de Ambiente.

A ello, se sumó la socialización de nuestros desarrollos espaciales y su impacto estratégico, así como, sus aplicaciones más allá de la seguridad y defensa tradicional, como en la investigación sobre gases de efecto invernadero. También, se llevó a cabo el Primer Congreso Internacional de Jefes Logísticos Aeronáuticos de las Américas, un encuentro destinado a fortalecer la sostenibilidad, preparación y eficiencia operativa de la Institución en un marco cooperativo y de colaboración con el continente.

Sin duda, la F-AIR 2025 constituyó un escenario de altura que acercó a la sociedad al poder aeroespacial del país, permitiéndole presenciar de primera mano la institucionalidad que la protege desde los cielos; desde la disuasión y la defensa aérea, hasta tender puentes de cooperación, adelantar operaciones humanitarias, salvar vidas y proyectarse hacia el futuro.

Tanto las demostraciones aéreas y las exposiciones estáticas, como los diálogos, reuniones y encuentros académicos, fueron una oportunidad de oro para nuestra Fuerza, gracias a la cual estrechamos  lazos de cooperación con importantes aliados, la industria comercial y universidades, al igual que con instituciones públicas y privadas. A través de las oportunidades que esto genera en múltiples campos, también aportamos al crecimiento de Colombia, siendo una de las contribuciones más significativas de un evento que es referente en la región y parte indeleble de la identidad aérea nacional.

Pero aún más importante, es habernos acercado, una vez más, a las familias y jóvenes que mañana serán los líderes del país y de la Institución. Avivamos su vocación, ideales y sentido patriótico, inspirándolos a volar más lejos y más alto. Tras 12 ediciones de la F-AIR a lo largo de 23 años en el firmamento de Antioquia, este es el mayor logro de un encuentro al que estamos orgullosos de pertenecer, servir y dar impulso, como Fuerza Aeroespacial Colombiana. ¡Ad Astra!