Conocimiento, habilidad, pasión, determinación, responsabilidad y adrenalina son algunas de las características de ‘Orión’, ‘La Flaca’, ‘Valkiria’ y ‘Lexa’, artilleras de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, quienes han apuntado a cumplir objetivos claros para avanzar en la carrera militar sirviendo a los colombianos.
Como tripulantes de vuelo de aeronaves de ala rotatoria, estas mujeres reconocen la gran responsabilidad que llevan, porque ser artillera implica mucho más que manejar armamento; su desempeño garantiza el control del área izquierda del vuelo y asegura el mantenimiento del helicóptero, además se encarga de monitorear el combustible, asesorar al piloto en caso de presentarse alguna falla en vuelo y apoyar a la tripulación en todo momento.
Las Suboficiales hablaron con la Revista Aeronáutica sobre lo que ha significado elegir ser artilleras, los caminos recorridos y los que aún les falta, porque sus sueños siguen unidos a la Fuerza Aeroespacial por muchos años más.
En palabras de ‘Orión’ «En el ordenamiento hermoso y perfecto que tiene Dios para la vida de cada uno, en la Escuela de Suboficiales siendo de la Especialidad de Abastecimientos Aeronáuticos me dieron la opción de hacer curso de aviones en la IAFA, primer acercamiento que tuve con el mantenimiento aeronáutico; los directores del programa consideraron que era oportuno llegar al Comando Aéreo de Combate No. 5, por ser una excelente escuela en términos logísticos y aeronáuticos y vi la oportunidad porque mis superiores me enrutaron en ese camino, además se requería personal de mantenimiento. Realicé el curso de mantenimiento de Black Hawk UH-60, con las respectivas prácticas y pasado un tiempo hice el curso de vuelo, momento en que fui la primera artillera de ese equipo».
Así se abrieron nuevas puertas para las Suboficiales, particularmente para quienes siguieron la Especialidad de Mantenimiento Aeronáutico. ‘La Flaca’ salió de la Escuela directamente al Grupo Técnico de CACOM 5, ‘Valkiria’ desde su ingreso a la Fuerza tenía gusto por los helicópteros y el aula donde recibió su formación en mantenimiento era de UH-60; al momento de la designación, en la especialidad decidieron enviarla a esa Unidad, donde lleva dos años siendo parte de la tripulación, y ‘Lexa’ recuerda que «cuando entré a la Escuela mi expectativa era volar aviones; al graduarme mi destinación fue el Comando Aéreo de Transporte Militar, CATAM, y empecé a trabajar con aeronaves de ala fija, pero me fui enamorando de los helicópteros, tuve la oportunidad de salir para CACOM 5, y hace un año empecé a volar».